Los tramos de Mariscal Sucre, Autopista General Rumiñahui, Av. 10 de Agosto, Av. 6 de Diciembre, Autopista Manuel Córdova Galarza y parte de la Panamericana, tanto al Norte como al Sur son las que presentan accidentes de tránsitos, según estadísticas de la ANT.
Por Eliana Michilena, estudiante de Comunicación.
La capital de los ecuatorianos es una ciudad que cuenta con muchos atractivos turísticos que la hace merecedora de elogios, pero por otra parte, por condensar a ciudadanos de distintos lugares del país y del mundo también la convierten en un lugar donde no se toman en cuenta las normas de tránsito y por eso Quito es una ciudad con un índice alto de siniestralidad.
La topografía de la urbe es muy irregular, ya que se encuentra en las faldas del volcán Pichincha y en sus alrededores cuenta con valles en donde se asienta la población que se aleja de la ciudad para su descanso y que retorna a diario a las actividades económicas. Este es uno de los motivos por los que las vías se congestionan. A pesar de que la Alcaldía ha diseñado alternativas viales como el pico y placa, que rigen en todo el Distrito Metropolitano, no ha mejorado el comportamiento de los actores de la movilidad.
En la actualidad, en la metrópoli se observan varios factores que afectan al tránsito y generan estos siniestros que, por lo general, son pérdidas económicas, pero la más triste son las pérdidas humanas o miles de personas que quedan en discapacidad.
Al recorrer la ciudad de norte a sur durante el día, encontramos gran congestión vehicular, la contaminación generada por los automotores, el irrespeto de peatones, falta de agentes civiles de tránsito, cierre de vías por mantenimiento u otras circunstancias, provocan choques, roces, atropellamiento, entre otros, con siniestros incluso de gravedad.
Mientras tanto, en la noche la capital luce otro panorama. La ‘carita de Dios’ no solo muestra belleza y esplendor, sino que además se ahonda la problemática con más accidentes. Estos se registran por dos motivos: la primera, la falta de precaución al conducir; y la segunda, los conductores presentan altos índices de alcohol o sustancias prohibidas, según el reporte que la misma Municipalidad ha recopilado.
Por ello, son siete vías de la ciudad de Quito que presentan siniestralidad, pues de acuerdo con la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), hasta el mes de julio cerró la estadística de 1.563 siniestros en el Distrito Metropolitano y sus valles adyacentes.
La vía Simón Bolívar tiene una extensión de 12 kilómetros, atravesando 24 barrios en todo su trayecto. A lo largo de este cruce se encuentran universidades, centros de acopio, negocios de diversa índole, urbanizaciones, entre otros, que hacen de la misma una concentración densa de población, que la utiliza para su movilización.
En la noche, una gran cantidad de flujo vehicular de carga pesada, en varios tramos existe poca visibilidad por cuestiones climáticas como lluvia y neblina. También los expertos indican de que esta vía no cuenta con peralte y es por eso que conductores inexpertos generan muchos de los accidentes con saldos fatales. Es así, que de enero a julio se han producido 147 siniestros. Estas cifras la convierten en una vía peligrosa.
Otras de las vías son: Mariscal Sucre, Autopista General Rumiñahui, Av. 10 de Agosto, Av. 6 de Diciembre, Autopista Manuel Córdova Galarza y parte de la Panamericana tanto al Norte como al Sur son las que presentan estos siniestros y forman parte de las estadísticas que proporciona la ANT.
Para los expertos en movilidad toman como punto de partida que el exceso de velocidad, conductores que no prestan la atención necesaria a las condiciones de tránsito y tiene distractores como celulares u otras actividades son los que originan los accidentes.
Proponen que una revisión periódica y mantenimiento de los automotores se debería recategorizar las vías, ya que ciertos tramos no deberían considerarse como vías rápidas porque por ejemplo en sus márgenes se sitúan centros educativos, por lo tanto, se debería tomar en cuenta la reducción de la velocidad es decir crear una ordenanza municipal para que así se reduzcan los siniestros de tránsito en la ciudad de Quito, además realizar campañas que promuevan una cultura de respeto vial.
Un dato preocupante, es que las estadísticas muestran que personas entre 25 a 29 años son las que experimentan más accidentes de tránsito, ya que exceden los límites de velocidad, conducen bajo los efectos del alcohol o drogas y tienen distracciones incluyendo el móvil.