Prosa a las mujeres empoderadas

Creemos estar en lo correcto cuando permitimos que nos lastimen o que hablen por nosotras. Podemos hacer las cosas que anhelamos desde niñas sin esperar que alguien nos diga lo que debemos realizar. Somos mujeres guerreras fomentando una vida tranquila, sin que nos anulen por celos o amarguras. Aprendamos a conocer el valor de nuestras vidas; un algoritmo que permite demostrar quienes somos en realidad.

 

  • Por: Allison María Bermudes Frías, segundo semestre.

 

Mujer levántate y disfruta cada momento de tu vida, persigue tus sueños y experimenta cosas nuevas que te hagan crecer como ser humano sin esperar nada a cambio. Debemos dejar aún lado el egoísmo y no juzgarnos entre mujeres; más bien, apoyarnos y sostenernos. Lucha por ser quién eres y empodérate como mujer, aprende y enseña. Busca el éxito de una forma fenomenal. Cuida de ti y de quien está a tu lado; conoce y sonríe porque no hay nadie más que se parezca a ti.

Cada mañana te levantas con el sueño de vivir en una sociedad igualitaria. Es algo que pedimos a gritos muchas de nosotras para erradicar la violencia de la vida cotidiana. Soñamos con vernos fuertes y alegres, pero estamos en un mundo tóxico.

Los momentos que vivimos son experiencias que recaen en nuestra mente y nos permiten crear una persona diferente en muchos sentidos. Logramos interactuar con nosotras mismas para fortalecer nuestra actitud. Somos la gema más preciosa del universo que intenta ser mejor cada día y no se limita a nada, desea que la vean como un ejemplo a seguir y no como enemiga, es aquí donde viene la parte fundamental de “las mujeres empoderadas”: crear conciencia, luchar por una vida libre de violencias y sin vicios tóxicos que debiliten nuestra forma de pensar o existir en el mundo. Ser valiente nos permite hacer maravillas con nuestra realidad.

Sabemos que intentas a veces demostrar a otras personas lo que no eres en realidad y terminas sufriendo. Tranquila, todas pasamos por ese momento que nos ha permitido aprender del error para no volverlo a cometer.

No dudes de tu inteligencia, porque una mujer jamás se rinde. Por más duro que sean sus problemas es importante que mantengas la cabeza fría para tomar decisiones. Todas llegamos a tener depresión incluso cuando no entendemos la misión que tenemos que cumplir aquí la tierra, pero podemos alzar las voces y hacer respetar nuestros derechos de forma responsable.

No juzgues a quien lucha por ti y por las demás. Quizás lo hacen porque ellas confían realmente en cada mujer y tienen en mente tus derechos. Anímate acompañar y tener empatía con nuestras hermanas. Ayuda y ayúdate a ti misma.

Sé que este mensaje te hará reflexionar. Únete a confiar en tu palabra y pierde esos miedos que te detienen y no permiten que avances en tus objetivos. Todo se puede en esta vida si te arriesgas y no le temes a nada ni a nadie.  Desintoxícate de todo lo malo y permite que te ayuden cuando lo necesites, no importa el lugar, el día o la hora; lo importante es que salgas delante.

No tengas miedo. Confía en cada paso que das y enfócate en ser mejor cada día. Una mujer empoderada hace lo imposible por inspirar a otras mujeres y contenerlas para que salgan del círculo de violencia en el que viven. Una mujer solidaria no juzga, sino que apoya y sostiene.

Disfruta y siéntete feliz de lo que te gusta. Eres una gran líder. Una mujer capaz de lograr todas sus metas. No más lágrimas; solo ríe y goza que la vida se vive mejor justo en el momento en que experimentas el empoderamiento femenino. “Ámate y sé tú misma”.