La criptodelincuencia alcanza un récord de 20.000 millones de dólares en 2022

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Por Kevin Franco Reyes, estudiante de Economía.

 

El uso ilícito de criptomonedas alcanzó la cifra récord de 20.100 millones de dólares el año pasado. Las empresas bajo sanciones estadounidenses, mostraron una gran cantidad de transacciones registrados por “blockchain”.

El mercado de las criptomonedas se tambaleó en 2022, cuando disminuyó el apetito por el riesgo y se hundieron varias criptoempresas. Los inversores sufrieron grandes pérdidas y los reguladores intensificaron sus llamados a una mayor protección de los consumidores.

Aunque el volumen total de transacciones de criptomonedas cayó, el valor de las transacciones de criptomonedas relacionadas con actividades ilícitas aumentó por segundo año consecutivo.

Las transacciones asociadas con entidades sancionadas aumentaron más de 100.000 veces en 2022 y representaron el 44% de la actividad ilícita del año pasado, dijo Chainalysis.

La tecnología se sitúa como un medio que ha permitido a las organizaciones criminales cometer delitos cibernéticos como el desarrollo de la delincuencia de una forma más rápida y eficaz.

Las transacciones realizadas con bitcoins se caracterizan por registrarse de formacronológica e irreversible y realizarse de forma asimétrica. De esta forma, los miembros de las organizaciones criminales pueden gestionar sus negocios delictivos de manera segura.

 

Por consiguiente, las criptomonedas en sí no son ilegales; el mal uso hace de ellas lleva a configurar un delito. El motivo de esta utilización reside en las características de estas criptomonedas como el anonimato, que han resultado atractivas para criminales quienes buscan desarrollar sus actividades delictivas escapando a la detección por parte de las autoridades.

 

Esta situación ha supuesto un gran obstáculo en la lucha contra la criminalidad organizada de este tipo, instaurando la idea de que la creatividad de los cibercriminales parece no tener límites.

Finalmente, para conseguir todo lo expuesto también será de gran importancia la formación de los profesionales encargados de perseguir estas conductas.