Caricatura: Cronicón, por El Matador
Por David Zambrano, estudiante de Comunicación
Comunicar es el único verbo que te puede accionar o paralizar, según cómo sea utilizado, ya que podría animar y hasta llenar de valor a todo un pueblo para ir a la guerra patrióticamente -como se ha utilizado a lo largo de la historia- o en su defecto, propagar el temor entre la población y provocarles un estado de inmovilización sin precedentes.
En nuestro país, a raíz de la difusión de la prensa pública, privada, boletines informativos oficiales, redes sociales y hasta en conversaciones cotidianas sobre la pronta presencia de la Corriente del Niño en Ecuador, se levantó una espiral masiva de alza de precios en todo el territorio nacional, especialmente en los artículos de primera necesidad. Algunos productos básicos como la cebolla subieron de $30 a $60 dólares el saco de 90 libras, es decir; un incremento del 100%. En lo que respecta al arroz, este aumentó de precio a $62 por quintal, cuando su precio hace apenas 15 días era de $30 dólares.
A pesar de los múltiples operativos realizados por los organismos competentes en las principales ciudades del país, estos resultan prácticamente infructuosos, puesto que la especulación crece a niveles alarmantes, sumiendo al país -si cabe aún más- en la pobreza.
Los operativos de control no deberían ser programados, sino sorpresivos, a través de funcionarios encubiertos para optimizar los resultados. No se puede ir a una tienda con chalecos de la Intendencia a preguntar por el precio real de la papa o si la están vendiendo cara. Además, la especulación radica en los intermediarios que compran a los productores, entonces a los minoristas no les dejan mucho margen de ganancia.
En definitiva, la labor de los medios de comunicación es encomiable en su tarea de informar, lo que está mal realmente es como personas inescrupulosas, utilizan esa información para fines egoístas. Todos de alguna forma estamos comunicando durante todo el tiempo: el vendedor que ofrece sus productos, el profesional que presta sus servicios, los usuarios que expresan su opinión en redes sociales, etc.; es por esta razón que cada individuo e institución posee su propio rol y debe ejercerlo con responsabilidad para frenar la especulación.
Los medios de comunicación deben informar con objetividad citando información verificada y contrastada, las instituciones públicas no deben ocultar información a la ciudadanía, ni a la prensa y los ciudadanos deben evitar compartir información que no proceda de fuentes confiables.