Por Alexa León Valero, estudiante de Comunicación
Por ser el primer lugar en toda la Costa ecuatoriana en realizarse el primer rodeo de este tipo, que se llevó a cabo en 1957, el cantón Salitre, de la provincia del Guayas, es conocido como la “Capital Montubia del Ecuador”. Desde entonces se ha convertido en la tradición más conocida de esta localidad. Es un ejemplo de cómo el turismo puede ayudar a que la identidad cultural de un pueblo se fortalezca.
La representación tradicional montubia involucra tradiciones específicas como la equitación, la doma de caballos o potros por parte de hombres y mujeres en presentación de las haciendas costeñas. Esta actividad ya se practica en toda la región.
Sin embargo, en Salitre la fiesta se vive con mayor intensidad al punto que el 12 de octubre se goza de un feriado local para el rodeo, al que asisten miles de turistas. Anteriormente, en el país en esa fecha se celebraba el Día de la Raza para conmemorar la llegada de los españoles al continente americano en 1492, pero a partir de 2011, mediante decreto presidencial pasó a ser el Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad. No obstante, no es la única celebración de este tipo, pues las personas expertas en el manejo de caballos, vacas, toros y terneros organizan este tipo de eventos continuamente en las diversas haciendas de la zona.
Uno de ellos es Marcos Javier Vera Murillo, quien tiene 64 años de edad y es originario de la provincia de Los Ríos, pero desde niño se radicó en Salitre, en un pequeño recinto llamado Burro Mocho, junto a su tío, quien trabajaba en una finca. Por esa experiencia, desde muy pequeño empezó a sentir pasión por los caballos. A sus 21 años empezó a trabajar como vaquero y tuvo su primera experiencia en un rodeo. Para él, este es uno de sus más preciados recuerdos que tuvo en su vida, pues pudo demostrar sus habilidades en acrobacias complejas.
Marcos explicó que un vaquero “por ley” debe prepararse de dos a tres meses antes de cada presentación, deben ensayar las acrobacias, como el “lazo, pial y monta”, que consiste en tratar de atrapar al caballo con una soga que se tira desde varios metros de distancia. Esta habilidad requiere de mucha agilidad para jinetear
“Al momento previo de la preparación, también tendrían que generar un calendario específico para ensayar. Nosotros aquí ensayamos dos días a la semana todos los martes y jueves a las 16h00, ya sean expertos en ellos o no”, mencionó Marcos, quien dijo que, pese a la dificultad de estas presentaciones, él jamás sentía nervios. Para lograrlo, él señala que uno de sus trucos es concentrarse en su acrobacia y tratar de no mirar mucho al público.
Para este hombre no hay nada mejor que vivir en el campo, donde disfruta del aire puro y fresco y de la compañía de los “muchísimos amigos” que dice que tiene. Él es un orgulloso montubio que espera que las nuevas generaciones continúen con esta tradición. “Tengo un mensaje para todo aquel joven que vive en el campo y ahora quieren irse de él: piénsenlo bien, ya que con el tiempo ya no veremos muchos montubios porque los jóvenes prefieren la ciudad. La ganadería y las haciendas del campo, con el tiempo se terminará y eso nos afectará”, destacó.
Es que la vida montubia no solo es cultura y celebración, sino que tiene un componente importante de economía, quienes pertenecen a este pueblo se dedican a la agricultura y ganadería. Además, el rodeo montubio se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de Salitre, lo que ha traído crecimiento de otras áreas. De esta manera, la participación de la comunidad en la economía local puede estimular su desarrollo y crear nuevas oportunidades de empleo basadas en el agroturismo.