Foto: El Universo
Por Bianca Morán, estudiante de Comunicación
El coloso ha tenido cinco grandes episodios de erupción, por lo que es monitoreado permanentemente en Ecuador y muchos de los recursos están disponibles para él dedicados solamente a él
23/5/2023. Bianca Morán. Las emisiones de gases del volcán Cotopaxi fueron mínimas este domingo 21 de mayo, según el último informe registrado en el Instituto de Geofísica (IG) de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), pero pueden activar la alerta de los órganos competentes. Este informe registra la actividad interna y superficial del volcán que mantiene actualmente una forma moderada y sin ningún cambio. Aunque los gases permanecen débiles, son continuos. Si bien no se detectaron muestras de cenizas asociadas a la actividad volcánica, la institución llamó a estar pendientes y tomar las precauciones.
También, el IG señaló una ligera luvia muy cerca del volcán, las cuales no provocaron lahares. En el mismo documento, se anunció la presencia de doce sismos prolongados. Hasta el momento se mantiene la alerta amarilla bajo monitoreo continuo por más o menos 60 estaciones correspondientes al Instituto de Geofísica. Según los expertos, el volcán inició un nuevo acontecimiento eruptivo en el año 2022 por el mes de octubre.
En la madrugada del martes 23, una nube de gas y cenizas brotó del volcán Cotopaxi. El poste se elevó a la altura de 1000 metros, pero sin dirección precisa debido a la fuerza del viento que se lo llevó. El Instituto de Geofísica (IG) de la Universidad Nacional de Ciencias Aplicadas informó el acontecimiento en redes sociales y confirmó que la aparición de una pequeña carga de ceniza en el polo, la cual no afectó a la población aledaña.
El último informe de IG se refirió a un sobrevuelo del 17 de mayo de la parte superior del coloso. Allí se observaron anomalías térmicas y temperaturas en cada sector del cráter. También se notó que, por primera vez en esta temporada de erupciones, la base del pico parecía brillar con material. Varios metros más abajo no se encontró peligro de accidente.
Asimismo, el ente geofísico detalló que la actividad volcánica se clasifica como moderada y se espera que continúe internamente y en la superficie durante los próximos días. La presencia de la ceniza en la superficie glaciar supone una amenaza para el conjunto. Si la capa de hielo es gruesa, puede hacer que la mayor parte de la nieve se derrita, pero sin afectar las capas internas del hielo. Esto, según los vulcanólogos del IG, provocaría lahares secundarios, los cuales se ubicarían en la parte superior y a los costados.
Este martes 23 de mayo el volcán Cotopaxi desprendió una nube de gas y cenizas en horas de la mañana. El gas se elevó a una altura de 1.000 metros, según alerta el Instituto Geofísico (IG)
Los pronósticos a corto plazo se definen en función de la evolución de la actividad reciente del Cotopaxi y presentan los principales fenómenos susceptibles de producirse. El grupo técnico-científico del Instituto Geofísico de la EPN actualiza periódicamente dichos pronósticos durante un periodo considerable de semanas. En caso de una parada estacionaria, no se generarán cambios en los pronósticos, dado que están sujetos a cambios rápidos si se detectan anomalías en los parámetros de vigilancia volcánica. Los fenómenos naturales como las erupciones son impredecibles en cuanto a magnitud y cronología; por ende, los pronósticos son sólo una guía para la toma de decisiones por parte de las autoridades y del público, se informó. Tales predicciones pueden diferir de los escenarios en los mapas de peligro volcánico dependiendo de las condiciones predominantes. El orden no se basa en los cálculos, sino en las conclusiones de la evaluación de la actividad reciente del volcán.
Vale resaltar que, el Cotopaxi está ubicado en la Cordillera Oriental a 35 kilómetros en el noreste de Latacunga y 45 kilómetros al sureste de Quito. El volcán está rodeado por páramos de 3000 metros de altura y otros volcanes en sus cercanías. El géiser es considerado uno de los más peligrosos del mundo debido a la frecuencia y estilo de erupciones, el relieve, la cobertura de la edad de hielo y la cantidad de poblaciones potencialmente expuestas a sus peligros. Desde el comienzo de la Conquista española, el Cotopaxi ha tenido cinco grandes episodios de erupción, por lo que es monitoreado permanentemente y muchos de los recursos disponibles están dedicados solamente a él. De hecho, la primera estación sísmica dedicada a registrar las erupciones de un volcán sudamericano se instaló en Cotopaxi en el año 1976. Desde entonces, la red de rastreo ha crecido constantemente hasta su configuración actual, asegurando un adecuado monitoreo de este peligroso volcán en nuestro país.