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Por Ruthsaine Redondo, estudiante de Economía
Los 13 millones de ecuatorianos fueron convocados a participar el domingo 5 de febrero a elecciones y un referendo, este último convocado por el presidente Guillermo Lasso en los más de 4.300 recintos habilitados en el país en los cuales hubo una la afluencia masiva.
El movimiento Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa, ganó en los comicios municipales y provinciales que se celebraron en Ecuador. El “correísmo” triunfó en Quito y Guayaquil, las dos ciudades más pobladas del país.
La victoria en Guayaquil es histórica, rompe con 30 años de gobierno del Partido Social Cristiano.
Revolución Ciudadana también ganó en las provincias de Pichincha y Guayas, que concentran más del 40% de la población nacional.
El gobierno de Lasso también perdió en el referéndum con el que se proponía modificar la Constitución.
El proceso electoral del 5 de febrero en Ecuador trajo varias sorpresas, por un lado, se votaba elecciones municipales a las ciudades y gobernaciones, por el otro lado una consulta popular impulsada por el presidente Guillermo Lasso con 8 preguntas.
En lo municipal, el movimiento de Rafael Correa, Revolución Ciudadana, salió fortalecido; además ganó en otras ciudades muchas concejalías. Realmente un triunfo importante para el correísmo.
El correísmo sigue vigente, lo que demuestra claramente que los movimientos populares no son fáciles de quebrar para los partidos de derecha en América Latina y los movimientos populares son mucho más difíciles aún de quebrar y este es el caso, efectivamente, de la Revolución Ciudadana.
Por otra parte, Guillermo Lasso impulsó una encuesta pensando que lo iba a favorecer con algunas preguntas que buscaban cambiar algunas normas del marco jurídico, sin embargo, la población le dijo que no.
Recibe un golpe político muy fuerte de un movimiento que tiene a su principal líder en el exilio. Por otra parte, le dicen que no a todas las reformas que quiere impulsar en la consulta popular y, además, tiene una fracción parlamentaria que es minoritaria, porque ni siquiera su partido logró ser mayoría en la Asamblea Nacional del Ecuador.
Esto demuestra que también en Ecuador, como en otros países de América Latina, la memoria colectiva funciona a pesar de la represión y que la famosa década ganada, como llamaba Rafael Correa a sus 10 años de gobierno, han dejado una impronta que marca que hoy después de 6 años de persecuciones se mantiene como la principal fuerza política del Ecuador.