Por: Joel DeMera, estudiante de Comunicación.
Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha en la que se debe reivindicar y reconocer los derechos de las mujeres en un mundo lleno desigualdades. Muchas de ellas, a raíz de la lucha que han venido realizando a lo largo de la historia, les ha costado inclusive hasta la vida. Una lucha que se ha encaminado a reconocer cada vez más la importancia de la participación de la mujer en la economía, educación, deporte, política entre otros.
Sus conquistas en las diferentes actividades son admirables, ya que tuvieron que luchar arduamente para que cada uno de sus derechos sean reconocidos. Pese a sus victorias, en la actualidad, existe un fraccionamiento que varias fémina siguen haciéndole frente entre ellos está: la discriminación laboral, la exclusión, precarización laboral y la violencia de género algo que en nuestro país aún se evidencia.
Finalmente, quiero dejar por sentado un mensaje reflexivo sobre esta fecha conmemorativa hacia la mujer. El mensaje es que como sociedad, no se debe esperar que llegue cada 8 de marzo para luchar por demandar y exigir un mundo de igualdad y libre de violencia contra la mujer, sino que debe ser una lucha los 365 días del año. Es decir, el cambio es de todos, la lucha no sólo es de las mujeres, sino también de los hombres. El objetivo, lograr un mundo libre de discriminación y sin violencia en la que tantos hombres como mujeres tenemos los mismos derechos. En ese precepto lo que se busca es que en esta fecha se debe rememorar la justa de las mujeres por lograr ser reconocidas en la sociedad, sin vehemencia social, física y política. Sin machismo y divisionismo.
¡Sin igualdad, no hay futuro!